Guía para elegir la mejor cámara corporal

Guía para elegir la mejor cámara corporal

Cómo elegir la mejor cámara corporal para ti

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Las cámaras corporales, antaño reservadas a la policía y a los profesionales de la seguridad de alto nivel, están ahora ampliamente disponibles para las empresas y los consumidores. Pero con la gran cantidad de opciones disponibles hoy en día, elegir la mejor cámara corporal para sus necesidades puede ser una decisión difícil, y ahí es donde entramos nosotros.

Esto es lo que hay que tener en cuenta a la hora de elegir una cámara corporal:

¿Cómo piensas utilizar la cámara corporal?

Las cámaras corporales son herramientas complejas, ya que cada modelo es mejor en algunas tareas y peor en otras, por lo que es fundamental que determine cómo y cuándo piensa utilizar la cámara antes de empezar a buscarla para comprarla.

Algunas son superligeras, pero sacrifican la duración de la batería, mientras que otras tienen una visión nocturna impresionante, pero sólo son medias durante el día.

Siempre va a haber compensaciones, y tienes que saber qué funciones son las más importantes para tus necesidades desde el principio.

Calcula tu presupuesto

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Los precios de las cámaras corporales han bajado enormemente en la última década con el crecimiento de las tecnologías de cámaras dirigidas al consumidor, que a menudo empiezan a funcionar en smartphones de gama alta que cuestan más de 1.000 euros.

Los años de rápido progreso en el ámbito de las cámaras digitales han hecho que hoy en día se pueda adquirir una cámara muy básica por tan sólo 100 €, pero lo más barato rara vez es la mejor opción y el punto óptimo para las mejores cámaras corporales de hoy en día parece estar entre las 200 y los 400 €, dependiendo de tus necesidades.

Características para tener en cuenta

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Duración de la batería

Si vas a utilizar cámaras corporales, querrás saber que están listas para grabar siempre que las necesites y eso significa una duración de la batería decente. Algunas de las cámaras corporales del mercado actual sólo duran 60 minutos de grabación con una sola carga, lo que rara vez será suficiente, así que lo mejor es buscar una que dure más de seis horas y preferiblemente 10 o más.

Almacenamiento

Los archivos de vídeo no son pequeños y si necesita grabar durante largos periodos de tiempo, asegúrese de elegir una cámara corporal que tenga grandes cantidades de almacenamiento flash incorporado, o una que le permita añadir sus propias tarjetas SD para ampliar la capacidad de almacenamiento.

A prueba de manipulaciones

Las cámaras corporales se utilizan para todo tipo de propósitos, pero si piensas utilizarlas para recoger pruebas, necesitas saber que los datos que recogen no pueden ser manipulados antes de que te lleguen. Las cámaras que ofrecen la posibilidad de ampliar la tarjeta SD son estupendas para grabar vídeos más largos, pero esas tarjetas SD no son seguras. Si necesita archivos grabados de forma segura, elija una cámara a prueba de manipulaciones con memoria flash integrada.

Visión nocturna

Parece una obviedad, pero si piensa utilizar la cámara corporal en entornos oscuros o nocturnos, entonces querrá una que ofrezca una potente visión nocturna. Los modos de visión nocturna funcionan mediante luces infrarrojas para capturar imágenes en la oscuridad y algunos también vienen con “antorchas” LED estándar para iluminar las escenas oscuras.

Calidad de vídeo

Los vídeos de mayor resolución son más nítidos y resultan mejores para las pruebas, pero el vídeo de 1080P (FHD) ocupa mucho más espacio que el de 480P (calidad DVD), por lo que tendrás que elegir qué es más importante en tu situación.

Por suerte, muchas cámaras corporales te permiten elegir la resolución, pero siempre merece la pena comprobar las resoluciones disponibles, que van desde el 4K en el extremo superior hasta algunas imágenes muy granuladas en las cámaras más baratas.

La mayoría de las cámaras de videovigilancia graban a 30 FPS, y las cámaras más nuevas permiten grabar vídeo en formato h.265 (HEVC), además del antiguo estándar h.264, lo que permite obtener una mejor calidad de vídeo con un tamaño de archivo menor.

Campo de visión

Las cámaras CCTV corporales están diseñadas para capturar la acción, pero el usuario no siempre está de frente a la acción desde el principio, por lo que puede ser útil encontrar una cámara con una lente gran angular que tenga ángulos de visión de 140 grados o más.

En el extremo superior, algunas cámaras ofrecen una cobertura de hasta 170 grados, pero esto puede ser excesivo para sus necesidades.

Estabilidad

La tecnología de estabilización digital de la imagen ha avanzado enormemente en los últimos dos años, pero sigue estando limitada a los smartphones más caros del mercado y no es algo que se pueda esperar de una cámara corporal de 100 €. Dicho esto, la tecnología está empezando a llegar a las cámaras corporales y algunas soportan mejor los rebotes que otras, así que, si puedes, prueba siempre la estabilización de vídeo antes de comprarla.

Resistencia

Como mínimo, las cámaras corporales tienen que ser resistentes a la lluvia y a los golpes, por lo que conviene comprobar que la cámara tiene una clasificación IP de 65 o superior y asegurarse de que está fabricada con un material resistente, como el plástico endurecido.

Tamaño y peso

El tamaño y el peso son siempre un compromiso cuando se trata de tecnología. La gente siempre quiere la opción más pequeña, más delgada y ligera disponible, pero esto generalmente viene con sacrificios en términos de batería y materiales de construcción.

Las cámaras ligeras son más fáciles y cómodas de transportar, pero si quieres una cámara corporal que dure más tiempo o que sea más robusta, probablemente tendrás que elegir una cámara corporal que pese entre 150 y 200 gramos.

Opciones de montaje

El objetivo de las cámaras corporales es grabar dejando las manos libres al portador, por lo que la forma de montar la cámara es de vital importancia.

Las opciones más baratas suelen venir con un simple clip de plástico para sujetar a la chaqueta del usuario, pero las cámaras corporales de mayor calidad también ofrecerán una variedad de opciones que van desde correas para el hombro hasta montajes completos para el pecho, la mayoría de los cuales se venderán por separado.

GPS y marcas de agua

Si tiene previsto utilizar el vídeo grabado como prueba, es fundamental que sepa exactamente cuándo y dónde se grabó el vídeo, y varias cámaras podrán poner una marca de agua en el vídeo con la hora y la ubicación GPS para que los datos se mantengan para futuras referencias.

Conectividad

La mayoría de las cámaras de videovigilancia corporales suelen venir con una conectividad USB2 básica, que funcionará con la gran mayoría de los ordenadores (e incluso con los Mac modernos con un dongle).

Sin embargo, con el tamaño de los archivos de vídeo, algunas cámaras están empezando a implementar el USB 3.0 o incluso el Thunderbolt para una transferencia de archivos más rápida.

Otras cámaras también vienen con conectividad WiFi-incorporada, lo que puede no ser útil para muchas aplicaciones de seguridad estándar, pero para aquellos que deseen transmitir noticias y eventos en vivo, es un requisito.

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