Relojes de pared

¡Oferta!

El precio original era: 169,95€.El precio actual es: 159,95€. IVA incl.

El tiempo lo mira todo. Tú también puedes.

Lo más visible es, a veces, lo que menos se ve

Un reloj de pared está hecho para ser mirado. Para colgarse en lo alto y atraer miradas sin generar sospecha.
¿Y si te dijéramos que ese gesto rutinario —consultar la hora— puede esconder una vigilancia silenciosa y constante, que capta cada detalle del entorno sin que nadie lo sepa?

Así funcionan los relojes de pared espía: convierten lo cotidiano en una herramienta de inteligencia. Están ahí, marcan el ritmo del día… pero también observan, escuchan y graban.
La gente los mira para saber qué hora es, sin imaginar que hay algo más mirando de vuelta.

¿Qué debe tener un buen reloj de pared espía?

No compres un reloj espía por lo que parece. Elígelo por lo que es capaz de hacer cuando nadie lo espera.

  • Conectividad WiFi IP P2P, para acceder en tiempo real desde cualquier parte del mundo
  • Modo de detección de movimiento o grabación continua
  • Calidad de vídeo ajustable: Full HD 1080p / HD 720p / 480p
  • Almacenamiento flexible, en tarjeta SD o directamente en tu móvil, tablet o PC
  • Grabación cíclica automática para que nunca te quedes sin espacio
  • Autonomía ilimitada cuando se conecta a la red eléctrica
  • Avisos instantáneos cuando detecta actividad

El modelo Reloj de Pared WiFi IP P2P Espía con Detección de Movimiento cumple con todos estos puntos, y añade además una fácil colocación en cualquier estancia, junto con un sistema intuitivo de captura de pantalla y vídeo desde el propio móvil.

Es, sencillamente, el tipo de espía que no necesitas esconder. Porque ya está donde todos lo miran.

Discreción colgada en la pared

El gran poder de un reloj espía no es su cámara: es su normalidad.
Colgado en una cocina, en una sala de espera, en una oficina o en un salón, no llama la atención. Forma parte del paisaje, del ritmo visual del día.

Pocas cosas son tan visibles, tan comunes y a la vez tan ignoradas como un reloj de pared.
Y esa es la clave: lo mirarán mil veces sin ver lo que hay detrás. Mientras tanto, tú estarás registrando lo que realmente importa.

La flexibilidad del WiFi: vigilancia sin límites

En el mundo de la vigilancia, la conectividad WiFi marca la diferencia entre grabar y reaccionar. Un reloj espía conectado a la red puede:

  • Transmitir vídeo en directo a cualquier lugar del mundo
  • Enviar alertas cuando detecta movimiento
  • Permitirte visualizar, capturar o guardar pruebas en el momento exacto en que ocurren

No hay distancia. No hay esperas. Solo control total.
Es una solución más confiable, más rápida y más inteligente que cualquier otro sistema autónomo sin conexión.

La vigilancia profesional no espera a revisar una tarjeta SD horas después. Actúa en tiempo real. Y el WiFi es el puente.

Autonomía sin relojes que correr

El tiempo no se detiene. Y tu dispositivo tampoco debería hacerlo.
Por eso, nuestros relojes espía permiten autonomía ilimitada si están conectados a la corriente. Puedes grabar 24 horas al día, 7 días a la semana, sin interrupciones ni necesidad de recarga.

Además, gracias a su grabación cíclica, los archivos más antiguos se sobrescriben automáticamente. Nunca te quedarás sin memoria. Nunca tendrás que preocuparte por el mantenimiento.
Solo por tener acceso, siempre, al momento que importa.

¿Dónde se puede instalar un reloj de pared espía?

Donde ya esperarías ver un reloj:

  • En la entrada de casa
  • En una oficina
  • En una cocina o salón
  • En una sala de espera
  • En un almacén, un pasillo, una consulta

Es tan fácil de colocar como cualquier otro. Pero su interior no marca solo la hora: marca la diferencia entre no saber… y tener pruebas.

Relojes de pared espía: grabación inteligente en el lugar más visible… y más invisible a la vez

  • Envío anónimo y discreto
  • Privacidad garantizada
  • Configuración sencilla, control total

Hay momentos que no pueden escaparse con las agujas.
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