Mujeres espía famosas
Cada vez son más las profesiones donde las mujeres demuestran su enorme potencial, dedicación y talento. El espionaje es una de las áreas donde muchas veces las chicas han dejado en evidencia que pueden ser mejores que los hombres. Por ello, a lo largo de la historia son muchas las mujeres espía que han dejado muy en alto el poder femenino.
Más allá de los disparos, explosiones y de los agentes que dicen su nombre real en todos lados, los espías famosos, y sobre todo las mujeres, saben que este en realidad este es un trabajo de muchísima discreción.
¿Cuáles fueron las mujeres espía más famosas?
Mochizuki Chiyome
Algunos historiadores la llaman “madre del espionaje”, porque mucho antes de las mujeres espía que afirmaron su desempeño y su fama en la Primera y Segunda Guerra Mundial, Mochizuki ya entrenaba mujeres en este difícil oficio.
Era el año 1561, y su esposo, un famoso samurái, acababa de morir. Fue entonces cuando Mochizuki fundó un orfanato para socorrer a niñas huérfanas. Sin embargo, aquel lugar también sirvió para entrenar a las pequeñas en diversas tareas de espionaje y obtención de datos privilegiados.
Además, las artes marciales formaban parte de la educación de estas huérfanas, quienes después de su adiestramiento lograban pasar inadvertidas al disfrazarse de monjas, lo que les permitía infiltrarse en filas enemigas.
Mata Hari
Es inevitable mencionar a Margaretha Geertruida Zelle, a quien la historia reconoce como Mata Hari, la más famosa de las mujeres espía, una verdadera leyenda que actuó bajo el nombre en clave de H-21, y acopió datos clave de inteligencia para Alemania.
Pero en 1916, esta bailarina y actriz fue capturada por los sistemas de contrainteligencia franceses. Fue así como los franceses la convencieron para realizar una misión de espionaje en España. Y si ya la situación era sumamente peligrosa, todo empeoró cuando París se enteró de que Mata Hari seguía trabajando para los alemanes. Lo que vino luego fue una sentencia de muerte.
Se dice que segundos antes de ser fusilada, Mata Hari lanzó un beso al aire que, según algunas interpretaciones, iba dirigido al pelotón de soldados que iba a dispararle, aunque otros aseguran que el destinatario de aquel beso fue su abogado, quien fue también su último amante.
Joséphine Baker
Esta gran bailarina estadounidense hizo del charlestón su carta de presentación y pronto consiguió un estatus de celebridad en Francia, donde al comenzar la Segunda Guerra Mundial fue reclutada por la inteligencia de aquel país.
Para Baker fue sencillo obtener valiosa información de oficiales de las fuerzas que habían invadido aquel país. Los altos jerarcas alemanes, japoneses e italianos sucumbían ante los encantos y la fama de la artista, que entregaba los valiosos datos a la resistencia francesa.
Una vez Francia fue liberada, Joséphine Baker recibió la mayor condecoración más prestigiosa que aquel país entrega a los verdaderos héroes: la Croix de Guerre.
Coco Chanel
Cuando se habla de espías famosos no es frecuente que el nombre de esta mujer asociada al mundo de la moda surja fácilmente, pero de acuerdo con investigaciones del historiador Hals Vaughan, Coco Chanel fue espía para la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. De hecho, algunos afirman que ella fue amante de Hans Gunther, agente de inteligencia alemán.
Además, Chanel gozaba de un privilegio que casi ningún ciudadano no alemán disfrutaba en tiempos de la ocupación: ella se ocultaba en el hotel Ritz de París. Fue allí donde creó un plan que podría convertirla en mucho más que una celebridad, en una salvadora del mundo.
Ella intentó, a través de su amante alemán, concretar una entrevista entre Winston Churchill y Walter Schelenberg, jefe de la inteligencia alemana, todo con la intención de llevar a cabo una mediación para conseguir la paz. El plan no tuvo éxito.
Nadezhda Plevítskaia
Nadezhda Plevítskaia fue bautizada por el emperador Nicolás II, como “el ruiseñor de Kursk”, ciudad rusa donde fue descubierta en los años 30 por un cantante de ópera. Luego ella se mudó a París, donde fue reclutada por un grupo de espionaje soviético.
Fue así como Nadezhda comenzó a recabar información acerca de los grupos de emigrantes de Rusia que se hallaban en el extranjero. Sin embargo, su labor de espionaje fue descubierta en 1937 por emigrantes que conformaban una organización denominada Unión Militar Rusa.
Nadezhda Plevítskaia fue condenada junto a su esposo a 20 años de prisión. En 1940 ella murió en su celda.
Christine Keeler
Esta modelo británica estuvo involucrada en el famoso Caso Profumo de la década de los sesenta, donde también fueron protagonistas el Ministro de Guerra del Reino Unido, John Profumo y Yevgeny Ivanov un alto funcionario de la embajada de la URSS en la capital inglesa. Ambos tenían amores con la señorita Keeler.
Este hecho, ocurrido durante el apogeo de la Guerra Fría, dejó una marca indeleble tanto en el mundo político inglés como en la relación que se tenía con la entonces Unión Soviética.
No podía ser de otro modo, ya que Ivanov era un espía y ya venía siendo vigilado de cerca por los expertos en contrainteligencia del MI5. Profumo fue interrogado por la Cámara de los Comunes y tuvo que renunciar, pero el escándalo también hizo renunciar al Primer Ministro Harold MacMillan. Mientras tanto, Christine Keeler pasó nueve meses en la cárcel por cargos de perjurio.
Marlene Dietrich
Esta famosísima actriz y bailarina alemana comenzó su misión como espía durante la Segunda Guerra Mundial. Se había nacionalizado como estadounidense en 1936 y colaboró estrechamente con el Servicio de Inteligencia para ayudar a escapar de Alemania a muchos cineastas e intelectuales.
En 1939, al comenzar la gran guerra, se declaró públicamente como una “auténtica berlinesa” y juró no volver a la Alemania nazi mientras Hitler siguiera en el poder. Su posición antinazi fue muy celebrada por los aliados, pero condenada en su país natal.
Marlene Dietrich tuvo papeles protagónicos en películas que se convirtieron en verdaderas joyas cinematográficas. 20 años después de culminar la Segunda Guerra Mundial, ella retornó a Alemania y fue recibida con honores por el entonces alcalde berlinés, Willy Brandt, quien luego se convertiría en canciller.
¿Eres mujer y te sientes espía? Esto te puede interesar
Lo primero que debes saber si deseas pertenecer al selecto mundo de las mujeres espía, es que tendrás estar totalmente disponible para la agencia que contemple reclutarte, lo que implica un obligatorio aislamiento de tus amistades y familiares.
Así lo explicó en una entrevista Lindsay Moran, quien trabajó encubierta como oficial de operaciones de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) entre los años 1998 y 2003. Ella destacó durante su servicio activo debió colocar en segundo plano la relación con su familia.
También refirió que parte del proceso para ingresar en la CIA es contar detalladamente dónde se ha vivido en la última década. Otro punto es que es indispensable tener experiencia de vida en otros países y el dominio de otros idiomas.
Obviamente, mientras esperas saber si has sido elegida, el gobierno estadounidense hará una meticulosa investigación de tus antecedentes, y una vez que no hayan encontrado nada digno de sospecha, te llamarán para una serie de entrevistas que comienzan con una prueba de polígrafo.
También tendrás que pasar por varias evaluaciones que determinarán tu motivación, tus capacidades, tus aspectos psicológicos y habilidades sociales. Sólo entonces recibirás un entrenamiento paramilitar y enseñanzas acerca de cómo detectar, evaluar y reclutar espías extranjeros.
¿Es complicado ser espía?
Los espías famosos coinciden en señalar que en principio requieres ser una persona muy paciente, tener una gran capacidad de trabajar en equipo y un nivel decente de redacción, pues tendrás que hacer muchos informes acerca de tus actividades.
Pero lo que buscan con mayor ahínco las agencias de espionaje en las mujeres espía es que tengan acceso a información privilegiada, verdaderamente difícil de obtener. El tipo de datos que no se pueden conseguir de otro modo sino desarrollando una labor de espionaje.
Más allá de las capacidades de liderazgo, un servicio de espionaje busca personas con acceso a información crucial, y, sobre todo, buscan una mujer que tenga razones válidas para estar dispuesta a cooperar con esa agencia, bien sea porque le apasiona ser espía o porque admira profundamente a su país.
Hoy en día, las futuras mujeres espía son captadas más allá del mundo diplomático y el sector militar. En los nuevos tiempos, el abanico de entornos donde se recluta a las candidatas a agentes es mucho más amplio.
Un ejemplo de ello es lo que hacen las agencias del Gobierno británico, MI5 y MI6. Para ingresar a sus filas era estrictamente necesario tener una licenciatura en Oxford o Cambridge, pero desde mediados de los años 90 éste no es un requisito indispensable. Ahora todo se centra en absorber a los mejores talentos en cada área y, por ello, las formas de captar aspirantes han variado considerablemente.
Así ocurrió en 2004, cuando el MI5 colocó un anuncio en Internet con el objetivo de reclutar expertos en claves. Se trató de una invitación a descifrar un mensaje conformado por cinco palabras encriptadas esparcidas en un largo documento.
Esto motivó finalmente críticas mordaces como la de The Daily Telegraph, rotativo que calificó de vergonzoso para los mejores especialistas en encriptación y los espías famosos el hecho de que el M15 haya recibido más de 400 respuestas correctas a un desafío que era aparentemente muy difícil.
¿Cómo contarles a tus amigos y familiares a lo que te dedicas sin decir que eres una espía?
Obviamente, cuando eres una espía no debes contarles a tus amigos y familiares a lo que te dedicas. Al respecto, las mujeres espía advierten que una agencia de espionaje definitivamente no es para aquellas personas que hablan todo el tiempo acerca de sí mismas o cuelgan en las redes sociales cada detalle de su vida diaria.
Todos los espías famosos han dicho alguna vez que jamás debes decirle a nadie que eres espía, porque, sencillamente, esto no está permitido. Esta es una verdad que a la que debes resignarte, porque tu oficio es ocuparte de muchos secretos que no deberían ser divulgados. Muy poca gente debe saber dónde trabajas.
De modo que las mujeres espía tienen que aprender a lidiar con la incómoda pregunta de “¿A qué te dedicas?”, y tener una respuesta evasiva a la mano o cambiar rápidamente de tema.
Una respuesta recomendable es que trabajas para el gobierno o la administración pública sin ofrecer ningún detalle adicional. Casi siempre no hay más preguntas después de eso.
¿Pierdes los nervios en situaciones extremas?
Para ser una espía tienes que evitar a toda costa perder los nervios en situaciones extremas. Los psicólogos llaman a esto “personalidad resistente al estrés”, lo cual no quiere decir para nada que no sientan la presión y la angustia.
Significa que las mujeres espía no sucumben al estrés negativo, a pesar de que, igual que otros, liberan cortisol y adrenalina para colocar su cerebro en alerta, tensan los músculos y su ritmo cardíaco se acelera, pero mantienen el control sobre lo que ocurre y están comprometidas con su oficio.
Con ayuda psicológica es posible entrenarse en ciertas técnicas básicas para solucionar problemas, organizarse y eliminar pensamientos negativos. Además, para las mujeres espía es fundamental la relajación que les permite mantener la calma y enfrentar situaciones extremas.
