Cómo demostrar el acoso escolar

detectar acoso escolar o bullying

El acoso escolar es una situación que ha venido preocupando a los padres, educadores y psicólogos infantiles, desde hace algún tiempo para acá. Mientras existan quienes subestiman un problema creciente que afecta la estabilidad emocional del niño, otros se la toman muy enserio y buscan maneras prácticas de acabar con el problema.

Exponer la existencia del acoso escolar es una de las alternativas más eficaces para disminuirlo. No es un invento del niño, como suelen asegurar algunos adultos. Para hacer dicha demostración se hace necesario contar con los mejores dispositivos de grabación visual y auditiva, que deje registro y evidencia de estos hechos de violencia.

Por esta razón en nuestra tienda online de artículos de espionaje ponemos a disposición los más eficientes dispositivos que puedan servir para dejar evidencia de uno de los fenómenos de violencia que más afectan a los niños, no solamente de España, sino de cualquier país Europa y el mundo.

¿Qué es el bullying o acoso escolar?

El acoso escolar, también conocido desde hace algunas décadas como Bullying, se refiere al maltrato, tanto físico como psicológico, el cual recibe un niño o incluso un adolescente, por parte de otros niños en la escuela, cuya característica principal es que no resulta un hecho aislado, sino que se mantiene de manera progresiva en el tiempo.

Lo típico del bullying es que es un comportamiento agresivo y cruel de un niño hacia otro, cuya gravedad puede llegar a alcanzar la violencia en el ámbito sexual. Este comportamiento no tiene otro propósito o finalidad que hacerle daño a la víctima, asustándola y socavando su dignidad.

El acoso escolar deja como uno de sus resultados, que la víctima comience a desarrollar problemas para relacionarse, por lo que termina quedando excluida del ámbito social que lo circunda. Sin embargo, el agresor también se ve afectado, ya que con cada agresión va perdiendo cada vez más comprensión y empatía hacia el otro.

Por lo general los agresores suelen incrementar en el tiempo sus prácticas violentas hasta llegar a convertirse en un criminal. Por esta razón, es importante detener a tiempo este comportamiento agresivo, evitando con ello que las víctimas sufran y también que la sociedad se llene de más delincuentes.

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¿Cómo detectar y prevenir el acoso escolar desde casa?

Aunque el Bullying representa uno de los problemas más graves de la infancia en nuestros días, aún existen muchos adultos que niegan la existencia de este fenómeno, o en su defecto lo banalizan y subestiman. Por lo general quienes toman esta posición ante el problema, son quienes de una u otra manera, tienen hijos con conductas agresivas.

En este sentido, no se trata de condenar al niño que tiene un comportamiento violento, sino de demostrar que el acoso escolar es un fenómeno social poco atendido, y que se deben tomar cartas en el asunto, de manera contundente.

En este sentido, la solución debe venir desde el hogar, y el método más efectivo para prevenir y detectar el acoso escolar o bullying desde casa, es mediante el uso responsable de grabadoras de voz espía, que puedan dejar registro auditivo de las ofensas que el niño recibe en el colegio. Esto es muy importante, porque deja constancia del maltrato, que ya ningún adulto o adolescente podrá negar.

De hecho, uno de los proyectos más avanzados para acabar con el acoso, llamado Proyecto bullying ha utilizado cámaras espía para dejar en evidencia los diversos tipos de maltratos en el colegio.

Otro método importante para detectar, y con ello prevenir, el maltrato escolar, es mediante el uso de cámaras espía, ideales para usar de manera inadvertida, de modo que el agresor haga lo de costumbre con la víctima sin saber que está siendo filmado. Este es otro elemento que no se podrá negar por los responsables de las agresiones.

Sin embargo, esto soluciona el hecho práctico de detectar la violencia, pero no acaba con el fenómeno social de niños o adolescentes que maltratan a otros. Para acabar con el problema de raíz, hace falta que los padres se incluyan en la formación y educación de sus hijos, para inculcarles los mejores valores sociales.

En este sentido resulta muy importante que los padres y los educadores trabajen de la mano, para que si existe un problema que se le escapa al padre, el educador pueda advertirlo, y viceversa. Es por esta razón que los expertos en psicología infantil aseguran que la participación de la familia en la educación no puede faltar nunca.

Así pues, por un lado es importante que el padre de la víctima tome medidas de seguridad para su hijo, tales como el uso de grabadoras de voz y también cámaras espía, con el objetivo de detectar las agresiones; y por el otro, que los padres y la familia del agresor se involucren en la educación del mismo, de la mano con el colegio.

Distintos tipos de acoso escolar

Se ha demostrado que el acoso escolar no es de un solo tipo, sino de varios, por lo que hay que atender con igual eficacia todos los tipos conocidos de bullying. Según los expertos, estos tipos de maltrato escolar se catalogan en 4 categorías, que pueden describirse de la siguiente manera:

Acoso escolar físico: Se trata de todo tipo de agresión con contacto físico. Este contacto puede referirse a patadas, golpes, empujones, mordiscos, golpes con objetos, etc. De todas las formas de bullying es el más frecuente en la escuela, propiciado por parte de un niño o un adolescente.

Verbal: Sin duda el acoso escolar verbal es el más frecuente, sin distinción de edades ni regiones del mundo. En esta forma de bullying se incluyen insultos, amenazas, resaltar los defectos físicos, burlas, etc.

Bullying psicológico: Puede decirse que el acoso escolar psicológico se desprende de la conjunción del físico y el verbal, ya que se trata de todo tipo de maltrato que tiene un efecto negativo en la psicología del niño, desmejorando su autoestima y creándole conflictos para relacionarse con su círculo social.

Incluso, el niño puede llegar a desarrollar algún tipo de enfermedad mental, o en el mejor de los casos, afecciones psicológicas, tales como la ansiedad y la depresión, que, aunque algunos suelen restarle importancia, son patologías psicológicas que pueden llevar a la víctima al suicidio.

Acoso escolar social: este tipo de bullying se genera, por lo general, debido al miedo que poseen los demás niños o adolescentes a disentir de los acosadores. Es decir, se unen al comportamiento agresor del maltratador, por temor a ser víctimas de él. Esto genera como efecto negativo que la víctima se encuentre sólo ante un grupo de agresores.

Este tipo de acoso escolar es frecuente en las diversas redes sociales, ya que se congregan muchos jóvenes a insultar, ofender y amenazar a otro u otros. Igualmente, pueden hacerlo por medio de Apps de mensajerías digitales.

Por esta razón a este tipo de maltrato se le ha llamado ciberacoso, ya que las agresiones se llevan a cabo mediante los canales digitales de comunicación. No por ello es menos dañino para la psicología de la víctima

El perfil del acosador

Es difícil establecer un patrón único de personalidad de un agresor de bullying escolar, ya que con frecuencia se descubre que niños y adolescentes que aparentan ser educados y adaptados, son maltratadores en la escuela.

Sin embargo, el tipo de comportamiento agresivo del acosador es mucho más habitual en sujetos con falta de empatía, es decir, que no tienen la capacidad psicológica de ponerse en el lugar del otro y comprender su sufrimiento.

Así mismo, los niños que no saben lidiar con sus frustraciones, gracias a que los padres se lo han dado todo y no les han establecido límites claros, suelen ser un perfil muy frecuente de acosador escolar. Esto es un punto que deben tener en cuenta los educadores y la familia en general

El perfil de la víctima

Si es complicado identificar el perfil del acosador, más complicado aún es caracterizar el perfil de la víctima de acoso escolar. Esto debido a que cualquier niño puede terminar siendo sujeto de insultos, maltratos o amenazas por parte de otro niño  o adolescente.

Sin embargo, el acosador no elige a cualquier niño, suele inclinarse por personas más débiles físicamente, o que destacan intelectualmente más que el agresor. Por ello, si es de hablar de un perfil, se pudiera decir que niños muy delgados, con síntomas de obesidad o algún rasgo físico particular, así como buenos estudiantes, suelen ser las víctimas predilectas de los maltratadores.

Varios expertos en psicología infantil consideran que los agresores tienen problemas para tolerar las diferencias que ven en otros niños, por lo que es importante hacer un trabajo en casa para que el niño corrija este comportamiento de intolerancia, que puede llegar a tener consecuencias muy negativas en el futuro.

En este sentido, es importante poder tener algunos elementos que ayuden a identificar, aunque sea de manera preliminar, los perfiles, tanto de los agresores, como de las víctimas, con el fin de poder encontrarle una solución oportuna a este problema tan grave, evitando así la proliferación del acoso escolar o bullying.

Causas del acoso escolar

Las causas del acoso escolar se encuentran en problemas generados a partir de la dinámica familiar, por lo que la familia se revela como una de las fuentes más importantes para el desarrollo de conductas agresivas ante otros niños.

 Pero no solamente la familia es la fuente del conflicto, sino que también es el primer núcleo al que le corresponde atender el conflicto, convirtiéndose en un problema, si se niega a hacerlo. Muchos padres y madres cuando se les advierte que sus hijos están teniendo comportamientos agresivos, subestiman el problema y le restan importancia.

Así mismo, el entorno también influye como una causa del acoso escolar. Si el entorno de las autoridades de la escuela no está presente, o no ponen atención al problema que ya es evidente, entonces el acosador entenderá que tiene el campo libre para comenzar sus prácticas maltratadoras y acosadoras.

Por eso es importante que los colegios hagan notar sus figuras de autoridad. De modo que la simple presencia de los responsables por mantener el orden, desarticule cualquier intención de maltrato físico o verbal a otro niño.

¿Qué dice el Código Penal sobre el acoso escolar?

Lamentablemente en España no se cuenta con una específica regulación respecto al acoso escolar. Por tanto, el código penal no penaliza el comportamiento que se ha caracterizado como bullying. Sin embargo, si hace referencia al delito de trato degradante o con desprecio, de un adulto hacia un menor.

No obstante, existe el Real Decreto 732/1995, establecido el 5 de mayo, el cual establece que le corresponde a la institución educativa y al canal de dirección de los diversos centros de docencia, regular y corregir los casos de acoso escolar que existan en los centros educativos.

En este sentido, existe un marco legal regulatorio que tiene competencia en la eliminación del acoso escolar, por lo que las instancias educativas deben responder a las normativas que establece dicho marco legal que se propone disminuir las prácticas de bullying en cada colegio o escuela del país

Responsabilidades penales

Existen responsabilidades legales, tanto para los padres de los agresores, así como para los agresores mismos. En el primer caso, la ley permite que si el acosador es menor de edad, el padre se haga responsable, en términos totales, del pago de la responsabilidad civil, así como de las indemnizaciones correspondientes a la persona víctima, cuyos daños han sido causados por su progenitor.

Ahora bien, respecto a la responsabilidad penal atribuida al acosador, se procede de la siguiente manera. Si el agresor tiene menos de 14 años de edad, entonces éste no tiene ninguna responsabilidad penal en los actos de acoso, por lo que deberán responder los padres o representantes, de la manera antes explicada.

Ahora bien, si el menor tiene entre 14 y 17 años, entonces le corresponde la aplicación de la ley de responsabilidad penal para el menor, cuya pena va a depender del tipo y gravedad del maltrato y acoso realizado a la víctima. En este nivel se establecen diferencias, ya que el acoso físico y verbal no se castiga de la misma forma, debido a que hay grados de gravedad.

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